Estado en que quedó la capilla a consecuencia de la construcción del actual edificio de 5 plantas adosado al lado norte de la misma.
A finales de la década de los sesenta del pasado siglo XX, tal y como recoge el Plan especial de Protección del conjunto histórico de Sevilla. Subsector 9.1 “los Humeros” (1999):
“En 1968 el estado de la fábrica de la capilla no permite los cultos anuales, los alarmantes signos de deterioro observados en 1961 son ahora confirmados, se corre un claro riesgo de derrumbe sobre todo por la construcción de un bloque de pisos en el lado izquierdo de la capilla.
Un grave momento en el que la Hermandad estuvo a punto de perder su sede canónica lo constituyó el “ofrecimiento” del propietario de las vecinas viviendas que propuso la compra de la capilla para su derribo y posteriormente cederle un local en planta baja para la nueva capilla, si bien con buen criterio la Junta de Gobierno de la Hermandad desestimó la oferta”.
La preocupación de los hermanos y vecinos del arrabal por la capilla hicieron posible la conservación de la iglesia, soportando durísimas presiones por parte de los interesados en la nueva edificación y otras entidades, como aún hoy recuerdan las personas que vivieron esta situación.
Hoy, cincuenta años después, se vuelve a repetir la historia y de nuevo se ve amenazada la capilla. Aprendamos de los errores y evitemos las consecuencias irreparables que supondría la construcción de un nuevo edificio con sótanos para garajes en el solar colindante a la capilla.