Los hermanos vencejos

“Hemos crecido pensando que éramos propietarios y dominadores de la hermana tierra, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22)”  (Papa Francisco, Laudato si, 2).

Primera puesta de huevos de este año en los nidos de la cubierta de la capilla.

Como cada año, desde hace más de tres décadas, ya han llegado a nuestra casa, la suya, nuestros hermanos los vencejos para dar vida a nuestro barrio y nuestra capilla con el canto y las danza de sus vuelos.

Estas aves migratorias, necesitan lugares adecuados para anidar y descansar después de su migración. Hay que tener en cuenta que estos animales hacen todo su ciclo vital en vuelo, posándose únicamente en el tiempo de cría, anidando, por su filopatria, en el mismo lugar que lo hicieron sus antepasados de generación en generación. De ahí su presencia cada año en el tejado de la capilla.

Desde hace más de 20 años, la Hermandad ha sido consciente de este Patrimonio ecológico que convive con nosotros y ha intentado, en la medida de sus posibilidades, facilitar su estancia en la capilla, evitando que los vencejos accedieran al interior de la cubierta, desde donde es imposible salir, cuidando y  llevando las crías que caen de los nidos al CREA (Centro de Recuperación de Especies Amenazadas) para que salieran adelante. Providencial fue la aparición de Pablo Flores, especialista en estas aves, quien nos ayudó en el conocimiento de los vencejos y nos dio nuevas herramientas para ayudarnos en nuestra labor de conservación de la colonia. En este sentido tenemos que agradecer a Angy, Diego y Pablo que de forma totalmente desinteresada, han mejorado recientemente el cierre del acceso a la cubierta de la iglesia desde el tejado, para facilitar la anidación a los vencejos. Debido a la importancia de la colonia y al fácil acceso a los nidos que nuestra capilla posee, se está estudiando la posibilidad de realizar nuevos proyectos, estudios y actividades, coordinados por especialistas en la materia, que no solo sirvan para preservar nuestra colonia sino para ayudar en la formación y concienciación de la sociedad sobre la importancia y el cuidado que merecen estos animales en peligro de extinción.

Equipo de voluntarios trabajando en el nuevo sistema de cerramiento de la comunicación del tejado y la cubierta.
Colocación del nuevo sistema de cerramiento del los acceso del tejado a la cubierta para facilitar la anidación y evitar la entrada de vencejos a la bóveda.

En este sentido queremos comprometernos con la iniciativa del Papa Francisco quien en la Laudato si nos interpela con estas palabras: “Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concientización. Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva. Como dijeron los Obispos de Sudáfrica, «se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a la creación de Dios». Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades.”  (Laudato si, 14).

AMENAZA INMINENTE DE LA SUPERVIVENCIA DE LA COLONIA

Todo este Patrimonio Natural está amenazado de muerte ante la Propuesta de Construcción de un edificio adosado a la capilla que impediría la anidación de la colonia en la capilla ante la modificación del hábitat, interfiriendo con la nueva edificación en el espacio necesario para el vuelo y anidación, según atestigua un informe emitido por ECOURBE, el cual se ha presentado entre las alegaciones al Proyecto.

En el “Proyecto de Modificación Puntual nº 51” se falta gravemente a la verdad al indicar que en el solar “NO HAY FLORA NI FAUNA QUE SE PUEDA AFECTAR” Informe ambiental estratégico del servicio de protección ambiental de la Delegación territorial de la Conserjería de sostenibilidad, medio ambiente y economía azul en Sevilla relativa a la Modificicación Puntual 51 del texto refundido del PGOU de Sevilla con objeto de establecer l catalogación urbanística de la parcela situada en Plaza San Laureano 4, tras su reversión, en el término municipal de Sevilla. Emitido por Delegación Territorial en Sevilla de la Conserjería de Sostenibilidad, Medioambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía (Exp. EAS/SE/0975/2021/S) página 6.

Es importante tener en cuenta que los vencejos están protegidos por: La Directiva “Hábitats” 92/43/CEE, la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, otras Leyes de ámbito autonómico y firmado en el Acuerdo de Berna. Además, el pasado año 2021 la catalogación del vencejo común cambió a VULNERABLE en el Libro Rojo de las Aves en España.

La Hermandad, imbuida del carisma Franciscano que posee por su vinculación con la Comunidad de HH. Clarisas Capuchinas de Sevilla, sigue los pasos de nuestro padre san Francisco “ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad”(Laudato si, 10), quien ante la contemplación de la naturaleza: “su reacción era mucho más que una valoración intelectual o un cálculo económico, porque para él cualquier criatura era una hermana, unida a él con lazos de cariño. Por eso se sentía llamado a cuidar todo lo que existe. Su discípulo san Buenaventura decía de él que, «lleno de la mayor ternura al considerar el origen común de todas las cosas, daba a todas las criaturas, por más despreciables que parecieran, el dulce nombre de hermanas». Esta convicción no puede ser despreciada como un romanticismo irracional, porque tiene consecuencias en las opciones que determinan nuestro comportamiento. Si nos acercamos a la naturaleza y al ambiente sin esta apertura al estupor y a la maravilla, si ya no hablamos el lenguaje de la fraternidad y de la belleza en nuestra relación con el mundo, nuestras actitudes serán las del dominador, del consumidor o del mero explotador de recursos, incapaz de poner un límite a sus intereses inmediatos. En cambio, si nos sentimos íntimamente unidos a todo lo que existe, la sobriedad y el cuidado brotarán de modo espontáneo. La pobreza y la austeridad de san Francisco no eran un ascetismo meramente exterior, sino algo más radical: una renuncia a convertir la realidad en mero objeto de uso y de dominio”(Laudato si, 11).

Por todo ello, la Hermandad va a luchar por la defensa de la supervivencia de la colonia de “nuestros hermanos los vencejos”, Patrimonio de los Humeros, solicitando la colaboración de todos para evitar este atentado medioambiental que destruirá de forma irremediable la supervivencia de este regalo de Dios que habita en nuestro cielo.